jueves, 16 de abril de 2020

Protección de corte y confección... (Publicado en EL MUNDO)

Artículo publicado en El Mundo.  16 abril 2020 por XAVIER BORRÀS 
Versión extendida

COVID-19
Protección de corte y confección... 
pese a las toneladas llegadas de China
La escuela Tissora sigue suministrando al centro de salud de Nules y al hospital de La Plana de batas sanitarias que confeccionan apoyándose en sus alumnos.

 Eva y Salomé se aplican en el patronaje y corte de las piezas con las que se coserán las batas sanitarias, en la sede de Tissora, en El Grao de Valencia. BIEL ALIÑO

La aparente acumulación de decenas de toneladas de material de protección frente al Covid-19 llegado en sucesivos aviones desde China patrocinados por la Generalitat, no ha frenado las cadenas de solidaridad con el personal sanitario, ni ha desalentado iniciativas como la escuela-taller Tissora, en Valencia, reconvertida (y ya casi especializada) en la confección de las batas sanitarias que se siguen requiriendo en algunos hospitales.

En el caso de esta academia, que imparte cursos de corte y confección a cerca de 400 alumnos, se ha convertido en una especie de proveedor garantizado del centro de salud de Nules, el Hospital de La Plana, en Villarreal y el Hospital Cliníco de Valencia, a los que ya han suministrado cerca 400 equipos mientras preparan otros 350. El consumo es diario e ingente. 

El contacto llegó a través de una alumna y de una valiosa «donación» de una bobina inicial de más de 1.000 metros de tela hidrófuga impermeable de color azul, ideal para la confección de la vestimenta técnica sanitaria, tal y como relata Pablo Barbero, director económico de la escuela. «Los alumnos son quienes nos animaron a echar una mano al ver que la academia debía suspender la formación y se denunciaba la escasez de protección», afirma. La iniciativa corrió por las redes sociales y por los domicilios de los alumnos, repartidos no solo por el barrio del Grao de Valencia, donde tiene la sede Tissora, sino por otros distritos, área metropolitana, incluso Moltcada, Algemesi, Alginet.

De inicio, lo más complicado era disponer de suministro de tela adecuada. A aquella primera bobina de 1.000 metros -obtenida de un antiguo envío frustrado y que permanecía almacenada por el transportista- y gracias a la iniciativa de M.Carmen coordinadora del Centro de Salud de Nules, quien era conocedora de la existencia de estas bobinas, hizo lo posible para hacer uso de una de ellas. Ella misma corto y confecciono las primeras batas, y el resto de rollo se facilito a Tissora. Puesto que esta bobina se consumio en poco tiempo, rápidamente se envió otra de 1.200 metros en la que se afana Eva, directora de la escuela Tissora, y Salomé, (alumna que inició el proyecto para satisfacer la demanda de su hermana, médico en el Centro de Salud de Nules), para ir distribuyendo trabajo a todas las máquinas en los domicilios de los aprendices.

Entre Eva y Pablo se coordina todo, desde el corte hasta la confección de cada prenda, inicialmente con la ayuda de las 10 profesoras de Tissora desde sus casas, y seguidamente de un gran número de alumnas de las escuela que quisieron participar en cuanto supieron de la iniciativa, en estos momentos más de un centenar. También es de destacar el gran trabajo de logística y el reparto que se realiza gracias a la ayuda de la asociación @bomberspelmon, diversos comerciantes de ACIPMAR, incluso voluntarios particulares como Manu y su hija. Se tuvieron que hacer diversas pruebas con el patrón hasta ajustar perfectamente a las medidas estandar de sus destinatarios. La escuela se agenció expresamente una cortadora eléctrica para agilizar el trabajo. Con ella se puede cortar hasta 20 capas de tejido a la vez, en una marcada de 120 x 365 cm, lo que permite ganar mucho tiempo.

Sanitarios confeccionando uniformes con bolsas
Además de batas, gorros y cubrebotas, ya disponen de prototipos de monos completos de confección más compleja porque requieren materiales que han tenido que ir consiguiendo. «Mucha gente se puso a hacer mascarillas, pero nosotros sabemos hacer patrones, cortar y coser y podemos ayudar con prendas más elaboradas».

Para Pablo Barbero fue «definitiva» la imagen de los sanitarios confeccionándose la ropa con bolsas de basura o de técnicos sanitarios divulgando «tutoriales» para construir mascarillas rudimentarias. «A todos nos preocupó mucho ver aquello y nuestros alumnos se movieron para poner nuestro grano de arena», explica.

El proyecto de Tissora se ha ido haciendo algo mayor. Y, de momento, «no va a parar». Uno de sus promotores explica que ya se les ha sumado el atelier Gautier de Montserrat especializado en ropa de baño que les permite disponer de dos equipos de cortadoras. La empresa Laplana Granados, de Nules, también recibió una parte de la donación de tela antes mencionada, y se sumó aunque de manera másindustrial. «Es un orgullo poder seguir enviando cajas de material para quien lo necesita y se juega la vida», señalan, aunque admiten que la Administración debe encargarse urgentemente de suministrar EPIs para cubrir la enorme demanda que precisa este sector tan valioso de nuestra sociedad..

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